Orígen y evolución de la cirugía de cabeza y cuello
La cirugía de cabeza y cuello se crea como especialidad en la República Argentina en 1986 y cubre la necesidad de tratar las patologías quirúrgicas que no solucionaban los cirujanos generales ni los otorrinolaringólogos, ni los cirujanos plásticos. Como ejemplo las complicaciones de lesión de los nervios recurrentes durante las tiroidectomías, con disfonía definitiva se bajó del 30 % cuando eran realizadas por un cirujano general, al 0,3 % cuando la realiza un cirujano de cabeza y cuello. Algo parecido sucedió con la cirugía de la glándula parótida y con las lesiones del nervio facial.
Para ser cirujano de cabeza y cuello hay que hacer primero la especialidad de cirugía general (5 años). Como aprender la especialidad lleva otros 5 años, recién a los 10 años de recibido se empieza a trabajar seriamente y con respaldo de nuestras sociedades científicas : La Asociación Argentina de Cirugía y La Asociación Argentina de Cirugía de Cabeza y Cuello.
Lamentablemente algunos colegios médicos otorgan títulos de especialista “light“ sin los requisitos necesarios y con un examen solo teórico en el que en algunos casos el examinador sabe menos que el examinado .
Y de haber hecho cirugía oncológica y de Cabeza y Cuello en el Instituto Roffo de Buenos Aires, Hospital Universitario donde el jefe de Cabeza y Cuello era el Dr. Roberto Pradier y de haber estado en la sesión de la Academia Argentina de Cirugía, la noche en que el Dr. Pradier presentó su importante trabajo con la experiencia del Instituto Roffocon el colgajo pectoral. Poder reconstruir defectos de la cirugía oncológica con buenos resultados estéticos y funcionales era la meta a alcanzar.
Ya en Bahía Blanca me perfeccioné en Rosario con el Dr. Demergasso . Viajaba todos los viernes y se operaba de 08 a 20 hs . Como dijera el Dr. Mainetti , verlo operar a Demergasso era como verlo improvisar a Mozart en el piano , de modo que en el año 1983 hice mi primer reconstrucción de mandíbula con el colgajo de trapecio. Cuando presenté los primeros 11 casos en la academia argentina de cirugía, el relator fue el Dr. Yoel y los que tenían que discutir la presentación, eminentes cirujanos de Buenos Aires, no reconstruían la mandíbula. En 1989 hice los primeros colgajos libres en el Hospital Municipal de Bahía Blanca y se repitió la misma situación.
Tuve la suerte y el honor de ver el nacimiento de esta especialidad habiendo hecho cirugía general en un servicio “Finochiettista“ y haber ayudado a operar en ese servicio al Dr. Andrés Veppo, discípulo directo de los Drs. Finochietto.
A la fecha, después de haber tenido el máximo honor de ser presidente de la Asociación Argentina de Cirugía de Cabeza y Cuello en 2010 y 2011, sigo operando en Bahía Blanca y la zona y es muy gratificante ver pacientes operados por serias cirugías oncológicas hace muchos años sin secuelas estéticas ni funcionales . Ver que en las mandíbulas reconstruidas con el colgajo de trapecio se colocaron implantes dentales y sobretodo que los pacientes están bien